La pronunciación inglesa puede ser un gran reto para los hablantes no nativos. Hay muchas irregularidades en la ortografía, que crean confusión en el momento de pronunciar las palabras.
Además, el inglés es un idioma "stress-timed". A diferencia de muchos idiomas, el inglés no tiene acentos para indicar dónde poner el énfasis; en cambio, las sílabas se acentuan en intervalos bastante regulares. Las palabras no acentuadas se cortan a menudo para adaptarse al ritmo del idioma.
Trabajaremos con la pronunciación y el ritmo en tus clases, y con práctica adquirirás la competencia para hablar inglés en una manera natural pero impactante.